El proyecto “Perspectivas y estrategias comunitarias relacionadas con la desnutrición infantil”, desarrollado en tres comunidades del resguardo indígena de Manaure, La Guajira, por la estudiante de la maestría en salud pública de la Universidad de Antioquia, Marcela López, ha sido galardonado con el Premio Jorge Bernal a la investigación social, y será financiado por la Cooperativa Confiar.
Este reconocimiento, lo obtuvo por ser un proyecto con una metodología participativa conocida como Investigación Participativa Basada en la Comunidad, evidenciando un trabajo de construcción con la comunidad, donde éstos han sido involucrados, demostrando un proceso con una gran participación comunitaria. La investigación plantea una postura clara frente a la desnutrición infantil en comunidades Wayuu excluidas y vulneradas, abordando un tema muy relevante en el marco de un contexto social de exclusión y pobreza.
Se espera que esta iniciativa logre impactar en el desarrollo comunitario y en las condiciones de seguridad alimentaria y nutricional de la población Wayúu, en las tres comunidades de Manaure a intervenir. Según lo informó el Comité Evaluador del Premio.
La ganadora recibirá un aporte económico de $20´000.000 de pesos, acompañado de las evaluaciones al proyecto, realizadas por un grupo de académicos expertos en el tema, para aportar al fortalecimiento de la investigación. “El Premio Jorge Bernal llegó como una lucecita en ese camino, cuando resulté ganadora más que pensar en mi felicidad pensé en la comunidad, y en que les voy a retribuir un poquito lo que me han brindado, abrirme las puertas, tener la confianza, tener la certeza de que lo iba a lograr, creo que eso fue una felicidad inmensa”, comenta Marcela ganadora del Premio.
Este trabajo, pretende en primera instancia, identificar qué piensa la comunidad sobre el fenómeno de la desnutrición, y qué estrategias o alternativas de solución proponen para superar la situación, porque según la investigadora,“queremos darle voz a ellos, porque creemos que ellos tienen capacidades instaladas y habilidades necesarias para empezar a contribuir a esa disminución”.
Posterior a este trabajo que se encuentra en la etapa final, empezarán a trabajar microproyectos comunitarios; es decir, poner en marcha las estrategias propuestas por la comunidad, pero bajo el acompañamiento de un grupo técnico de bioingenieros, que les ayudarán a determinar la viabilidad de las propuestas, y finalmente a desarrollar las actividades que la comunidad priorice.
Las estrategias comunitarias propuestas, están encaminadas al fortalecimiento comunitario, y a la recuperación de su autonomía como comunidad, entre algunas de las propuestas se encuentran: la creación de huertas comunitarias y la potabilización del agua, y el fortalecimiento de las artesanías, porque “cuando se desplazan a Riohacha a venderlas, nosotros los «arijunas» u occidentales no les damos el valor que realmente ellos necesitan”.
“Ellos también nos dicen que no es su interés depender de nosotros, sino que buscan recobrar la autonomía que alguna vez tuvieron como pueblo”