Exposición fotográfica Mujeres indígenas

“Lo que estamos soñando es una nueva comunidad donde no haya desigualdades hacia la mujer y hacia el territorio”

Lazos de cabuya extendidos a modo de tendedero sostienen las fotografías con la ayuda de pinzas. “Cantora colibrí”, “Cuatro elementos”, “Sanando juntas”, “Uma y Tay” y “La espiral del pensamiento” son algunos de los títulos de las dieciocho imágenes. En conjunto, la exposición fotográfica “Hilando Pensamiento” constituye una red de rostros y cuerpos de mujeres nasa sintiendo el aire frío de las montañas, caminando el ciclo de la luna, trenzando sus manos sobre bastones de mando, armonizando el territorio con hilos y canciones, sintiendo y conectando con las fuerzas espirituales de la Çxhab Wala Kiwe o el Territorio del gran pueblo. La exposición también retrata espacios ancestrales como la tulpa, en los que las mujeres nasa se juntan para sanar, acuerparse y esbozar sueños que las impulsan a organizarse y actuar ante un contexto machista, racista y hostil.

Estas mujeres provienen de Toribío, Cauca, cuna del movimiento indígena nasa y de las luchas por la “liberación de la madre tierra”, pero también, del Movimiento de Mujeres Nasa Hilando Pensamiento -MMNHP-, una colectiva que desde 2017 convoca a decenas de mujeres de los resguardos de Tacueyó, Toribío y San Francisco, a denunciar las violencias de género que día a día sufren en el contexto del conflicto armado, sus hogares y espacios políticos comunitarios. Desde una postura feminista comunitaria nasa, estas mujeres luchan porque los hombres, las autoridades tradicionales, los grupos armados y el Estado reconozcan sus derechos y las violencias que infringen sobre ellas. Además, por una defensa del territorio y de la vida que incluya tanto la protección de las montañas, las lagunas, los árboles, los animales, los hombres y los espíritus que alberga y sostiene la Çxhab Wala Kiwe, como el cuerpo-territorio de las mujeres.

 

En la inauguración realizada el 13 de diciembre, las organizadoras guiaron un conversatorio con Luz Dary Campo, Carmelina Yule, Ana María Ramos, Teresa Ascue, Eulalia Ul Cometa, Luz Estela Calambás, Claudia Pilcue y Jimena Casso, mujeres nasa de los tres resguardos. Ellas narraron sus historias de lucha y resistencia mientras daban forma a jigras (mochilas) y chumbes (cinturones). Pensar y tejer son prácticas hermanas que aprendieron desde la infancia.

 

Hablaron sobre sus luchas personales. De cómo se convirtieron en lideresas pese a la timidez y las dificultades económicas. Del orgullo que hoy sienten por el camino recorrido. De cómo lograron que autoridades y sus propios maridos cedieran ante sus legítimas demandas de libertad y participación política. Trajeron a la memoria historias tristes sobre los grupos armados, el reclutamiento de menores, los cultivos de marihuana que día a día se expanden en el territorio. Memoraron a compañeras y compañeros que murieron defendiendo la vida. Al padre Álvaro Ulcué Chocué quien en los años 70 y 80 las motivó a no agachar la cabeza y a defender sus derechos. A Cristina Bautista, una de las fundadoras del Movimiento y Ne’hwe’sx (autoridad ancestral) asesinada por la Columna Dagoberto Ramos en octubre de 2019, recordaron sus palabras, miedos y tensiones con las autoridades tradicionales resistentes a los liderazgos femeninos.

 

Igualmente, compartieron sus esperanzas y sueños en los que la guerra, la violencia de género y las desarmonías son solo recuerdos dolorosos del pasado. Sueñan con la anhelada paz total, una paz con oportunidades, que dignifique a las víctimas, destierre a los grupos armados y ayude a la armonización del territorio. Su objetivo inmediato es construir la Casa de la Mujer para proteger a las víctimas de sus agresores, un lugar en el que pueden continuar su formación política comunitaria, seguir reavivando el nasa yuwe, su lengua originaria, y sus artesanías.

A la inauguración también asistió Luz Stella Álvarez, coordinadora académica del Premio Jorge Bernal, quién junto al resto de asistentes agradeció las palabras e historias de las mujeres, así como la oportunidad de conocer de su propia voz las alegrías y dolores de sus luchas. Después del conversatorio, Solange y Jeniffer entregaron postales sobre el Movimiento. Cada postal comprendía una fotografía de la exposición más una frase pronunciada por las mujeres en conversaciones previas:

• Si en esta tierra no peleamos ¿cómo amanecería?, ¿cómo sería esta tierra? Ana María Trochez.
• Anteriormente nos decían que no teníamos derechos. ¡Y, mentiras, sí tenemos! Yo digo gracias a esas mujeres que tuvieron el valor de levantar la frente y decir: ¡nosotras también valemos igual! Omaira Vitonco.
• El proceso sigue hasta que el sol se apague. Eulalia UI.

La inauguración culminó con algunos tragos de chicha de maíz y caña, bebida ancestral de los pueblos andinos colombianos, y la venta de hermosas artesanías elaboradas por las mujeres: jigras y chumbes coloridos con el jugo de plantas o semillas, entre ellas, el café; aretes, collares y pulseras de hilos y chaquiras. La exposición se mantuvo hasta el 23 de diciembre, a través de esta, asistentes locales, nacionales y extranjeros pudieron conocer sobre un territorio afectado por la guerra, pero que se sostiene gracias a la organización colectiva, la rebeldía y las esperanzas de sus habitantes.

Para conocer más sobre el Movimiento, los y las invitamos a escuchar la mini serie de poscast Hilando Pensamiento y visitar la página de Facebook: Movimiento de Mujeres Nasa Hilando Pensamiento.