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Aguas para la Paz. Mujeres y Gestión Comunitaria

By 19 junio, 2025 junio 20th, 2025 No Comments

Aguas para la Paz. Mujeres y Gestión Comunitaria del Agua en el marco del posacuerdo.

Presentamos los resultados de esta investigación ganadora del Premio a la Investigación Social Jorge Bernal, en el año 2022, que financia la Cooperativa Confiar. Se desarrolló en los municipios de San Luis y Cocorná, Oriente del departamento de Antioquia bajo el liderazgo de Kimberly Valencia, una joven antropóloga con especial inquietud por los estudios hidrosociales y por el papel de las mujeres en los liderazgos socioambientales.

Investigadores

Resumen ejecutivo de investigación

Esta investigación explora el papel que han desempeñado las mujeres en la gestión del agua en los municipios de San Luis y Cocorná, en el departamento de Antioquia, durante el auge del conflicto armado, el proceso de retorno y después de la firma del Acuerdo de Paz con las FARC-EP en Colombia. Se analiza cómo las mujeres han liderado procesos de retorno y reconstrucción del tejido social, enfrentando desafíos socioambientales y promoviendo el acceso al agua en condiciones dignas y equitativas. ​Este estudio no sólo visibiliza el trabajo de las mujeres en la gestión comunitaria del agua, sino que también resalta la importancia de reconocer y redistribuir las tareas de cuidado, fundamentales para la sostenibilidad de las comunidades en un escenario de posacuerdo. ​

La gestión comunitaria del agua es un proceso histórico de organización alrededor del acceso al agua que ha permitido, sobre todo en contextos rurales y peri-urbanos, habitar los territorios a partir de la organización comunitaria. La población que más se beneficia y hace parte de los acueductos comunitarios es, en esencia, población campesina que desarrolla prácticas agrícolas o pecuarias como la cría de animales de corral, la lechería o la pequeña ganadería (Red Nacional de Acueductos Comunitarios de Colombia, 2017). En ese sentido, pese a las condiciones territoriales que hace de la ruralidad colombiana un territorio adverso para la garantía de derechos, los acueductos comunitarios cumplen en los territorios una función como garantes del derecho al agua y como eje articulador de exigencias, prácticas culturales y tejido comunitario.

El estudio se realizó en San Luis y Cocorná, territorios mayoritariamente rurales y que, debido a su posición geoestratégica por su cercanía a la autopista Medellín – Bogotá y a la Central Hidroeléctrica Calderas, una de las más importantes de la región y del país, vivenciaron fuertes afectaciones por el conflicto armado a causa del asentamiento permanente, a partir de los años 80, de diversos actores armados como el ELN, las FARC, paramilitares y el Ejército Nacional. Además, ambos municipios registraron un alto número de víctimas de desplazamiento forzado.

El objetivo principal de este proyecto de investigación fue caracterizar las posibles transformaciones de la gestión comunitaria del agua en un escenario de posacuerdo (entendido como el tiempo posterior a la firma del Acuerdo de Paz con las FARC-EP en noviembre de 2016) que han vivenciado las mujeres rurales y campesinas de los municipios de San Luis y Cocorná del departamento de Antioquia. Lo anterior a partir de (i) identificar las transformaciones de las dinámicas comunitarias en la gestión del agua; (ii) la comprensión del impacto de estas transformaciones y (iii) la descripción del papel de las mujeres frente a las transformaciones de la gestión comunitaria del agua en un escenario de posacuerdo. Se da un protagonismo a las voces de las mujeres, reconociendo su liderazgo y el papel político dentro de la gestión del agua y la construcción del tejido comunitario y territorial.

Aunque el periodo de posacuerdo y la implementación de los Acuerdos (2016-2024) han incluido propuestas para fortalecer el campo y reconocer los acueductos comunitarios, no han proporcionado garantías eficaces para la permanencia de la gestión comunitaria del agua en San Luis y Cocorná.

Metodología:

Para caracterizar cómo se configura la gestión comunitaria del agua en un escenario de posacuerdo, se llevaron a cabo cuatro momentos clave durante la investigación:

  1. Acercamiento al campo de estudio. Revisión bibliográfica y entrevistas a lideresas municipales vinculadas a acueductos comunitarios, lo que permitió construir el contexto socio-territorial de los municipios de San Luis y Cocorná.
  2. Acercamiento etnográfico con acueductos comunitarios. Se realizaron encuentros con líderes y lideresas de zonas rurales, así como recorridos territoriales con el fin de recolectar información y profundizar en la identificación de las transformaciones de la gestión comunitaria del agua.
  3. Acercamiento etnográfico con mujeres gestoras del agua. Se consolidaron dos grupos de mujeres gestoras del agua, con quienes se realizaron encuentros municipales y un recorrido territorial conjunto, lo cual posibilitó reconocer las transformaciones en la gestión comunitaria del agua desde las experiencias específicas de las mujeres y entender las afectaciones diferenciales del conflicto armado y el proceso de retorno.
  4. Análisis y escritura. Se realizó la codificación, clasificación y categorización de toda la información recolectada. El análisis se orientó a comprender cómo se vivió el conflicto armado en las zonas rurales de San Luis y Cocorná, así como las transformaciones en la gestión del agua resultantes tanto de los hechos de violencia como de la firma del Acuerdo de Paz.

Este proceso metodológico y su aplicación se realizó en conjunto con el equipo de profesionales del Programa de Cultura y Política Ambientalistas de la Corporación Ecológica y Cultural Penca de Sábila, el acercamiento a la mayoría de las organizaciones y sus liderazgos parten de los procesos que desde el 2019 ha acompañado la Corporación en estos territorios.

Hallazgos y Resultados clave:

1. Mujeres y gestión comunitaria del agua en los municipios de San Luis y Cocorná

Los acueductos comunitarios en San Luis y Cocorná comenzaron a construirse en las décadas de 1940 y 1950, muchos impulsados por programas como «agua rural» de la Federación Nacional de Cafeteros. Otros surgieron posteriormente, especialmente tras la construcción de la autopista Medellín-Bogotá. El conflicto armado, particularmente entre 1995 y 2005, llevó al abandono y deterioro de esta infraestructura debido al desplazamiento masivo de la población.

Históricamente, las mujeres han tenido un rol fundamental en la fundación y consolidación de los acueductos comunitarios, aunque este papel a menudo no ha sido reconocido en las narraciones, pues estas suelen centrarse en los hombres, y han sido sólo asociadas a los trabajos de «fuerza» necesarios para construir la infraestructura física como bocatomas, tanques y redes de distribución, los cuales se han realizado mediante espacios de trabajo solidario como los convites.

Sin embargo, las mujeres se encargaron de la preparación de alimentos, organización de reuniones, gestión documental y actividades para recaudar fondos (bazares, venta de alimentos), que se convertían en una extensión del trabajo de cuidado realizado en sus hogares, sin recibir reconocimiento o remuneración.

Pese a la invisibilización, el rol de las mujeres ha contribuido significativamente a la fundación y consolidación de los acueductos, sosteniendo las organizaciones y los vínculos comunitarios. Algunas actividades dentro de las organizaciones responden a la división tradicional de roles de género, limitando la participación femenina a ciertas funciones sin una redistribución equitativa.

En la actualidad, un número significativo de mujeres integra los comités encargados de la gestión cotidiana del agua. No obstante, la toma de decisiones clave y la destinación de recursos a menudo recae en la directiva de la Junta de Acción Comunal, mayormente representada por hombres, lo que genera relaciones desiguales donde las mujeres tienen más responsabilidades, pero menos poder de decisión y reconocimiento.

2. La guerra en el Oriente: acercamiento al conflicto armado en los municipios de San Luis y Cocorná

Desde los años 60, el Oriente Antioqueño se convirtió en foco de atención económica y de disputa territorial por grupos armados. La llegada del conflicto estuvo ligada a la disputa por el control de grandes megaobras de infraestructura como la autopista Medellín-Bogotá y las centrales hidroeléctricas, que, paradójicamente, deterioraron el tejido social al no considerar las particularidades del territorio y de la vida comunitaria de la población. De hecho, en entrevistas realizadas, se puede entrever que para los y las pobladoras de la región existía una correlación entre la construcción de grandes megaproyectos que causaban cambios radicales en las dinámicas de la población y la llegada de grupos armados que terminaron por perseguir y desaparecer a quienes se oponían.

La autopista Medellín-Bogotá se convirtió en un cordón de violencia, facilitando el movimiento de actores armados como las FARC-EP, el ELN, el Ejército Nacional y paramilitares. La escalada del conflicto entre los años 60 y 2000 fracturó la vida de los habitantes. Los municipios sufrieron tomas guerrilleras, señalamientos, secuestros, desplazamientos masivos, asesinatos y destrucción de infraestructura.

La violencia impuso cambios en la cotidianidad: restricción de reuniones, imposibilidad de movilizarse libremente, y daños a la infraestructura por atentados. El conflicto fracturó el vínculo de los habitantes entre sí y con el territorio. Lo que implicó la pérdida de prácticas asociadas, incluyendo la gestión comunitaria del agua, y generando un desarraigo.

Los acueductos comunitarios se vieron afectados directamente por daños en redes o tanques debido a explosivos o atentados, y por el abandono y deterioro en veredas que quedaron deshabitadas por el desplazamiento. A pesar de esto, la gestión del agua resistió en algunos casos, especialmente en zonas donde el desplazamiento fue temporal o parcial. Muchas familias no se desplazaron juntas; las mujeres, asumiendo un rol de cuidadoras de sus familias y el territorio, a menudo se quedaron para proteger sus hogares y animales, teniendo que resolver el acceso al agua a pesar de la ruptura comunitaria y la dificultad de acceso a los sistemas de infraestructura de los acueductos, debido a asuntos de seguridad, los daños a las fuentes hídricas y/o infraestructura.

3. Materialidades del retorno: gestión del agua y acueductos comunitarios en el proceso de (re)habitar el territorio

El retorno es un proceso de construcción constante en el que emergen nuevas relaciones y materialidades. En esta investigación, el proceso de retorno constituye al periodo de tiempo entre 2006 y 2015, en el que, según los resultados de la misma, han sido los años en que más personas han regresado a los municipios de Cocorná y San Luis. Coincidió con procesos políticos de desmovilización paramilitar (Ley de Justicia y Paz) e iniciativas ciudadanas locales de diálogo y cese al fuego (como el Consejo de Conciliación en San Luis y los laboratorios de Paz a nivel subregional), que sentaron bases para la posibilidad de retorno y permanencia.

El acceso al agua fue una prioridad fundamental para las primeras familias que regresaron. Inicialmente, resolvieron esta necesidad de forma individual, usando pozos o captaciones cercanas. Con el aumento de los retornos, fue necesario reactivar los convites para retomar o construir nuevos acueductos comunitarios. Esto implicó rescatar infraestructura dañada, reparar tuberías y realizar limpiezas para garantizar el acceso al agua para toda la comunidad. En algunos casos, proyectos de acueductos comunitarios que habían sido suspendidos por el conflicto se retomaron durante el retorno.

Las comunidades perciben cambios en el territorio post-retorno, como la pérdida de identidad y prácticas campesinas y la llegada de mega-proyectos extractivistas y turismo no regulado, generando nuevos conflictos socioambientales y transformando las dinámicas de uso del agua, a través de nuevas reglas y percepciones en el uso y manejo hídrico, debido a la compra de tierras por personas que son “ajenas” al territorio. De igual manera, mencionan la disminución en la participación comunitaria, por el miedo que deja el conflicto armado y también por la falta de apropiación de los nuevos habitantes.

Contrario a la idea de que el retorno fue impulsado principalmente por hombres, en San Luis y Cocorná, las mujeres fueron las primeras en retornar y lideraron este proceso. Evaluaron las condiciones de seguridad y del territorio, posibilitando la llegada de sus familiares y vecinos(as), comunicando sobre el estado y las condiciones del territorio y de seguridad, evitando amenazas de reclutamiento, desaparición forzada y asesinato. Así pues, las mujeres jugaron un papel clave a nivel organizativo, ambiental y técnico en la gestión comunitaria del agua durante el retorno. Lideraron proyectos de reparación/construcción de acueductos, procesos de restauración ambiental (limpieza de caminos y acequias, restauración de bosques y bocatomas), y tareas técnicas (cambio de tuberías, limpieza de tanques y bocatomas).

La gestión del agua durante el retorno se convirtió en una herramienta que posibilitó la permanencia de las personas en los territorios. Los acueductos comunitarios se pueden nombrar como “materialidades del retorno» (Dimaté Zamudio, 2019), que suplen necesidades de la población; además se constituyen como acciones colectivas que demuestran el deseo de construir territorios para la vida, a pesar de emociones como el miedo y la nostalgia que se sentían en los distintos territorios del país.

4. Configuraciones territoriales y organización social en el marco del posacuerdo

La firma del Acuerdo general para la terminación del conflicto y la construcción de la paz estable y duradera, entre el Gobierno Nacional colombiano y las FARC-EP en el año 2016, trae consigo una etapa de posacuerdo, entendida como un momento para la reconciliación, la reorganización institucional y la presencia del Estado en territorios afectados por el conflicto. Implica la construcción de un escenario de posconflicto o «paz positiva» (Cepeda, 2016), donde se garanticen condiciones mínimas de desarrollo y justicia.

La firma del Acuerdo de Paz (2016) y el acuerdo previo con las Autodefensas Unidas de Colombia -AUC (2006) redujeron la presencia de actores armados (excepto el ejército), posibilitando los retornos y procesos de restitución de tierras. Además, las personas de estos municipios han accedido a diálogos con firmantes de paz, búsqueda de personas dadas por desaparecidas, y declaración de sujetos de reparación colectiva.

Según el Decreto presidencial 1650 del 9 de octubre de 2017, estos municipios entraron a la categoría ZOMAC – Zonas Más Afectadas por el Conflicto Armado de Colombia- lo que genera discusiones dentro de los habitantes, puesto que, por un lado, no les permite acceder a beneficios de los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET); por otro, los beneficios tributarios para la inversión privada en ZOMAC abren la puerta a nuevos conflictos socioambientales causando la sobreexplotación del suelo y los bienes naturales a través de proyectos extractivos e hidroeléctricos, el turismo no regulado y los rellenos sanitarios sin manejo.

La gestión comunitaria del agua es vital en el posacuerdo para reconstruir la comunidad, la sociedad, el Estado, la democracia y la ciudadanía, propiciando la reconstrucción del tejido comunitario y la defensa del territorio. El Acuerdo de Paz con las FARC, en su numeral 1.3.2.3, al referirse al tema de vivienda y agua potable, plantea que se debe implementar un plan nacional de construcción y mejoramiento de vivienda rural, que tiene en cuenta soluciones de acceso al agua potable como la promoción y aplicación de tecnologías apropiadas dentro de las que se consideran acueductos veredales y/o soluciones individuales.

Pese a esto, las comunidades resaltan que, si bien este Acuerdo logra acciones para habitar y permanecer en los territorios como el cese al fuego, no accedieron a proyectos directamente relacionados con el fortalecimiento de la gestión comunitaria del agua; de hecho, las comunidades mencionan una apatía de las administraciones municipales con los acueductos comunitarios y el Acuerdo de Paz.

En esta fase de posacuerdo, las zonas rurales cuentan con una dinámica organizativa propia y se han articulado a procesos de defensa del territorio a nivel municipal, regional y nacional. Estas articulaciones buscan enfrentar las disputas por el agua intensificadas por los nuevos conflictos socioambientales generados por la llegada de macroproyectos.

Conclusiones principales

Mucho se ha dicho sobre las afectaciones del conflicto armado para las comunidades, pero poco sobre la forma en la que este influyó en la gestión comunitaria del agua; menos se habla del lugar que han tenido las mujeres en la creación, preservación y recuperación de esta práctica y la organización territorial. La investigación arroja tres grandes conclusiones:

  1. Las mujeres son un actor político que guarda la memoria de la gestión comunitaria del agua: A pesar de la invisibilización histórica debido al patriarcado y los roles de género que impone, las mujeres han sido fundamentales en la creación, impulso y sostenimiento de los acueductos comunitarios y los procesos organizativos. Ellas portan la memoria de esta práctica y la visión del agua como un bien común.
  2. El conflicto armado afectó significativamente la gestión comunitaria del agua: Ningún acueducto estuvo exento de afectaciones. Los atentados, desplazamientos, la imposibilidad de acceder a la infraestructura y la violencia en general rompieron el vínculo social que sostiene la gestión comunitaria del agua.
  3. Pese a lo anterior, la gestión comunitaria del agua resiste: El proceso de retorno, impulsado por iniciativas ciudadanas y el contexto político de desmovilización, permitió la reconstrucción del tejido social y la recuperación de la gestión comunitaria del agua. Esta práctica ha sido crucial para reconstruir y defender los territorios, y para salvaguardar la memoria de las comunidades. Hoy, quienes regresaron resisten desde la juntanza no solo para reconstruir sus hogares y acueductos, sino para el resurgimiento de comunidades enteras.

Propuesta de política pública

En el marco de la investigación se diseñó un documento de política pública sobre la gestión comunitaria del agua en el municipio de Cocorná, para el periodo 2025 -2035.

Bibliografía

Cepeda Jiménez, J. A. (2016). El posacuerdo en Colombia y los nuevos retos de la seguridad. Cuadernos de estrategia, 181(181), 195-224.

Dimaté Zamudio, D. C. (2019). El retorno como un proceso afectivo de re-habitar y relacionarse con el territorio en el post-conflicto. https://repositorio.uniandes.edu.co/entities/publication/04972018-fdc0-489f-ac78-49aefbc2d70f                

Poder Legislativo Colombia. (2016). Acuerdo Final para la Terminación del Conflicto y la Construcción de una Paz Estable y Duradera. Bogotá, Colombia

Red Nacional de Acueductos Comunitarios de Colombia. (2017). El derecho a la autogestión comunitaria del agua. Iniciativa legislativa para el fortalecimiento y la defensa de los acueductos comunitarios. (Vol. 1). https://www.ohchr.org/Documents/Issues/Water/Accountability/RedNacionalAcueductosComunitariosColombia.pdf

[1] Investigadora principal. Antropóloga, Universidad de Antioquia.

[2] Co-investigadora. Socióloga, Universidad de Antioquia. Estudiante de la maestría en Geografía, Universidad Nacional Autónoma de México.

[3] Co-investigador. Trabajador social, Universidad de Antioquia.