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La economía rural y el consumo local para la supervivencia alimentaria

By 20 agosto, 2021 agosto 23rd, 2021 No Comments
Por: Andrea Molina

Cada día las familias colombianas ponen en su mesa los alimentos que tienen a su disposición, para satisfacer los mínimos vitales. Algunos de ellos provienen del supermercado, de la tienda de la esquina, de la plaza de mercado o de una tienda agroecológica, pero quizá poco nos preguntamos por las comunidades campesinas que produjeron estos alimentos y qué beneficios reciben por su comercialización.

La profesora Luz Stella Álvarez nos cuenta cómo surgen y cuál es el papel de las Redes Alternativas de Alimentos, una estrategia para acercar a los consumidores con los productores, promover una economía solidaria y justa, aportar al mejoramiento de la calidad de vida de las comunidades campesinas, incentivar la soberanía alimentaria y cuidar el planeta.

Estas redes alternativas son formas organizativas que reúnen a productores, distribuidores y consumidores de alimentos. Son diferentes en varios sentidos: producen de forma agroecológica, el distribuidor es un pequeño comerciante, una organización no gubernamental o una organización cívica. Los consumidores son personas a las que les preocupa su salud física, por eso quieren consumir alimentos que no sean producidos de forma tradicional con agrotóxicos. Además, están preocupados por la salud de la tierra, el bienestar social de productores y la sostenibilidad de los pequeños comerciantes, en el medio de los hipermercados.

Las Redes Alternativas de Alimentos existen en todo el mundo, nacieron entre los años 60 y 70 con el movimiento hippie, en EE.UU. y Europa. Son más recientes en América Latina, en especial, con el modelo de vincular productores rurales con consumidores urbanos.

 ¿Qué ofrecen?

Comercializan verduras, frutas, hortalizas, ciertos tipos de granos como fríjoles en diversas variedades, con producción limpia (sin químicos). Asimismo, tienen una oferta de productos de aseo hogar y personal, elaborados con bases ecológicas, derivados de las plantas, con una producción sostenible orientada al cuidado de los recursos naturales.

Estas redes están compuestas por consumidores que quieren que los campesinos o pequeños agricultores reciban un precio justo por sus productos, por esto, se evidencia un costo superior al de los supermercados.

En Antioquia, por ejemplo, en algunos casos el distribuidor asesora a los agricultores para cultivar de forma sostenible, sin pérdidas, con transporte y empaques sostenibles. No es solo una relación comercial y distante, sino que hay un vínculo desde la producción.

¿Cómo se distribuyen los alimentos en Colombia?

En una de las investigaciones en las que participó la profesora Luz Stella, encontraron que la distribución de alimentos en el país, a gran escala, se hace de tres formas:

  1. Hipermercados: son de propiedad de multinacionales, la mayoría no son de capitales colombianos porque se han ido vendiendo a inversionistas internacionales.
  1. Redes Alternativas de Alimentos: Tienen varias modalidades, una de ellas se dedicaba a vender en pequeños comercios a los consumidores que identificaban el lugar y los buscaban allí. Otras, lo hacían en los mercados campesinos. Unas más, a través de la venta directa a las cadenas de restaurantes, con un acuerdo de producir lo que ellos necesitan, esta modalidad también se extiende a los pequeños restaurantes. Lo que no encontró la investigación, en su momento, fue la venta a instituciones estatales.

El modelo de los mercados campesinos por su relación productor – distribuidor – consumidor hacen parte de estas formas alternativas de comercialización y fueron la semilla para estas redes, pero no son necesariamente agroecológicos, los que quieran cultivar de esta forma lo pueden hacer, pero no es un requisito.

No todas las redes están dirigidas a los consumidores individuales o para los hogares.

  1. Mercado Tradicional: este modelo incluye las plazas de mercado. En Colombia hay plazas con más de 100 años de existencia, al inicio fueron creadas y administradas por el Estado, consideradas como públicas y fueron la primera estrategia para distribuir los alimentos en las ciudades.

Las plazas de mercado, modelos de cambio

Plaza La América

Imágenes tomadas de www.plazalaamerica.com

Las plazas de mercado tienen un gran potencial porque cuentan con infraestructura física, con historia y reconocimiento, pero solo si son convertidas de nuevo en espacios públicos. Algunas se han privatizado y existe en ellas una hegemonía de relaciones verticales que se reflejan, por ejemplo, en el control de precios de los diferentes productos, impuestos por unos pocos.

Las plazas son una alternativa a la hora de cambiar la distribución de alimentos en Colombia convirtiéndolas en sitios de carácter público, administrados de forma asociativa entre Estado, agricultores y comerciantes. De este modo, se podrá garantizar precios justos para el agricultor y el consumidor, garantizando que el dinero se quede para el desarrollo local.

Aula ambiental

En este entorno, la Plaza La América de la ciudad de Medellín, sobresale por su carácter público, higiene, organización y cuenta con un Aula Ambiental. De hecho, ofrece espacios para que los productores orgánicos y los pequeños agricultores vendan directamente. También tienen áreas de socialización con variada oferta gastronómica. Es considera como un modelo ejemplo de plazas de mercado en el país.

 ¿Y, dónde compra la gente?

En la investigación también se estableció que la mayoría de las personas de clase media y alta compran sus alimentos en las grandes superficies de mercados (hipermercados) que son de propiedad de capitales extranjeros, es decir, ese dinero no se queda en el país, no es para el desarrollo local y no contribuye para que los pequeños agricultores tengan una compensación justa, con una vida digna y un precio justo por su trabajo y producción.  Es un sector que se debe transformar de forma radical.

¿Qué hacer ante la actual situación económica?

Hay que buscar un pacto entre el Estado y las comunidades campesinas productoras de alimentos, debido a la delicada situación económica del país se prevé un aumento del índice de pobreza en el corto tiempo; por esto, debemos presionar para que haya un modelo de distribución de alimentos diferente, las redes alternativas son semilla, pero para que se masifiquen necesitamos un actor como el Estado que promueva Plazas de Mercado para el bien común.

Sin embargo, parece que nos hemos acostumbrado a la idea de la existencia de los hipermercados en diferentes modalidades y espacios, el de gran superficie, el mediano y el que está en cada esquina, esto nos parece “normal”, pero cuántas veces nos preguntamos, de lo que le estamos pagando a ese distribuidor, ¿cuánto le queda al agricultor por sus productos?, solo nos interesa encontrar cerca a nuestras casas la oferta que satisfaga nuestras necesidades. ”Si seguimos por este camino en el futuro no habrá quien cultive.” Agrega Luz Stella

Adicionalmente, los hipermercados promueven el cultivo de forma convencional, por su modelo de negocio requieren de un productor mediano que le garantice un abastecimiento regular de tomate, cebolla, lechuga, habichuela, etc., y para lograrlo necesita del uso elevado de agrotóxicos, incluso semillas modificadas que le garantice la estética de los productos.

Cuando un agricultor no usa agroquímicos, cosecha productos de diferentes formas y tamaños, que no obedecen a la estética que exige el consumidor de clase media y alta. Esto, justamente, es lo que nos ofrece el hipermercado.

Zanahoria sin agroquímicos Zanahorias cultivadas sin agroquímicos.  Foto cortesía de tiendacolyflor.com

Debería llamarnos la atención que no nos moleste que nos vendan una zanahoria llena de glifosato, y es precisamente por desconocimiento. Los alimentos que no cumplen con los estándares estéticos son desestimados, por esto, para lograr el cambio en los sistemas de distribución hay que empezar por cambiar nuestra percepción y relación con los alimentos”, dice Luz Stella.

Alimentación hedonista   

Como consumidores, además de preferir alimentos estéticamente muy bonitos, queremos que cada día la comida nos sepa de una manera tan palatable, con sabor intenso, salada, azucarada o ácida, para que satisfaga una serie de necesidades emocionales. Por esto, en la comida se buscan colores, sabores y formas que la tierra no nos puede ofrecer de forma natural. La comida natural tiene un sabor suave y es crocante, pero nuestros gustos han sido modificados por la industria.

¿Qué pasa con las proteínas?

El pescado es el único que hace parte de las redes alternativas, ya que existen unas formas sustentables de pescar. Es más, existen acuerdos entre cooperativas de pescadores y consumidores para la distribución de sus productos.

Para las demás proteínas (res, cerdo y pollo) no existe este tipo de modelo, debido a que en este negocio participan grandes multinacionales.

Algunas redes

Ferias

  • Mercados Campesinos de Medellín – Alcaldía Municipal
  • Mercado Verde del Jardín Botánico
  • Mercado Verde de Corantioquia
  • Mercado Agroecológico y Campesino Campus Vivo – Universidad de Medellín

Tiendas especializadas o pequeñas empresas

  • Ceres
  • Siembra Viva
  • Vita Integral

Tiendas especializadas / organizaciones comunitarias

  • Mercado Ecológico y Solidario (RECAB)
  • Red de Biocomercio
  • Sembradores (COAS)

Pequeñas empresas de productores

    • Hojarasca Cultura Orgánica
    • Mujeres Agro Medellín
    • Orgánicos JR
    • Organik
    • San Agro

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